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Lunes a las café o´clock

Audrey Hepburn en Tiffany´s. Lunes a las café o´clock. Cotidianas. Blog Clara Colorín Colorado.
Holly Golightly desayunando frente a Tiffany´s

Es lunes, a la hora del café y la tostada, cuando de repente me viene la resaca del fin de semana. Una vorágine de recuerdos mientras estoy en la difícil misión de despegar los párpados de los ojos, cambiar el bostezo por el despertar. La vida en un suspiro. Agua, unas cucharadas de café y fuego. Tres ingredientes que desde que tengo memoria dan el perfume de mi hogar. Sentada frente a la taza de café, mientras respiro su aroma, me asaltan los recuerdos de la cena del viernes. “La he hecho con la Thermomix”, “¿la tortilla de patatas?”, “apenas tienes que hacer y queda genial”. A lo que le siguió el clásico debate de si era mejor con cebolla o sin ella. Pero en mi mente ya sólo cabía una cosa: una tortilla de patatas hecha con la Thermomix. Me sentí desencajada. Esa noche, de camino a casa, comencé a pensar hasta obsesionarme con la idea de que las máquinas se habían adueñado de nuestras vidas. Todo lo hacemos a golpe de click. Somos una mezcla de pereza y falta de tiempo que hará que dentro de unos años hagamos el amor presionando un botón del mando a distancia.

Moka y handmade

El siglo XXI ha llegado marcado por un verano de más de tres meses, el volumen de plástico formando casi un nuevo continente, las plataformas digitales y la máquina como sustituta de casi todo. Que hay que barrer y fregar: ¡Roomba!. Si hay que hacer una tortilla: ¡Thermomix!. Para hacer abdominales: ¡X!. Para todo lo demás: Alexa, la multiempleada favorita con nombre de actriz porno. Puedo aceptar todo esto como mejora o como parte del progreso y la evolución, al igual que nuestras abuelas lo hicieron con la lavadora, pero la Moka que no me la toquen. Hoy en día está en extinción al igual que el cóndor o la educación. Un invento que se expone en el MOMA como obra de arte y que trajo más alegría a una Italia desolada que la pizza margarita. Nuestro estilo de vida impone la cápsula. Mucho más rápido presionar un botón que aguantar cinco minutos hasta que la Moka hace sonar su melodía: “chup, chup”. En mi casa son esos minutos de espera que encienden el hogar y lo embriagan de buenos días. Es el despertar lento y acompañado. Es el compás que marcará el ritmo de las horas venideras. Un abrazo cálido en forma de taza. Quizá lo que la gente no sabe es que esos cinco minutos de espera equivalen a una actividad mindfulness. La felicidad de las cosas bien hechas. El handmade y el vintage. El lunes a las café o´clock es algo que reclamaremos dentro de diez años como los pantalones de campana, la masa madre o el escarabajo. Hasta entonces espero que el sindicato de robots no lea esto.

Cafetera Moka. Clara Colorín Colorado
Clásica cafetera Moka con café recién hecho

2 comentarios en «Lunes a las café o´clock»

  1. Me encanta!
    Mas alegrias que la Margherita no se si trajo eh, al menos en nuestra casa… 😉
    Pero totalmente de acuerdo en poner en valor esos 5 minutos de espera, curan estres, depresion y hasta algunas enfermedades!

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