Hace unos días la masa de polvo que recubre la ciudad me hizo recordar la última charla en persona con un amigo de Madrid. Él me pedía que le explicase cómo era el desierto porque nunca había estado, y mi respuesta fue algo así como “cadenas de dunas solapadas”. Una respuesta muy básica para alguien que vive en la península arábiga.
Así que vayamos allá, lo primero es saber que se considera desierto a aquellos lugares que no superan los 250 mm de precipitaciones al año y que no pueden albergar vida humana. Dicha definición incluye los polos lo que hace que más de la quinta parte del terreno de nuestro planeta sea desierto. Como diría Jesulín, “en dos palabras: IM PRESIONANTE”.
Pues sí, hay desiertos helados como un calipo, hay otros que nunca han registrado lluvia y hay alguno que cada diez año sorprenden con un aguacero y se convierten en pradera. Todo esto daría para un post muy extenso pero lo voy a tratar de resumir no permite tal cosa por tanto hoy, por contar algo de aquí, sólo añadiré que el desierto arábigo cada año, cerca de la costa, recibe más de 50000 cormoranes de socotra (un pájaro) que viaja hasta aquí para reproducirse y sorprendentemente se alimenta del polvo del desierto que en el agua del mar se fertiliza y genera nutrientes. Woooow.
No tengo foto de dicho evento así que…ahí estoy yo.
